sábado, 23 de mayo de 2009

PATIOS DEL PALACIO DE VIANA

Embellecen los espacios abiertos del Palacio de Viana doce patios y un jardin, lo que convierte al conjunto en un verdadero Museo del Patio, como se le llama. Abierto en 1980 como Museo visitable, un real decreto declaró oficialmente Jardín artístico el conjunton de todos estos espacios verdes. Algunos de estos patios son escenario, en primavera, de los recitales líricos "Viana, patios de poesía". Fragmentos de poemas inspirados en estos recintos han quedado incorporados a ellos en azulejos.

1.Patio de Recibo.
Es el principal del Palacio,que se abre tras una bella portada renacentista. El perímetro porticado subraya su carácter señorial. Las pétreas columnas, los arcos de medio punto, el encalado paramento sobre el que sen abren las azules ventanas de la planta superior y el pavimento enchinado constituyen el equilibrado marco arquitectónico de la vegetación que lo exorna, centrada por una palmera de reciente sustitución. Celestinas, buganvillas y rosales de pitiminí asciende, trepadores, por las columnas. La fragancia de la dama de noche embriaga las noches primaverales. Cerca de la entrada, diversas inscripciones en azulejos dejan constancia de visitas regias.

2.Patio del Archivo.
Recibe su nombre del archivo histórico a él recayente. El blanco recogimiento de sus paramentos contrasta con los parterres que verdean en sus ángulos, que enmarcan viejos naranjos mandarinos. En el centro de sus paseos de gravilla destaca una sencilla fuente revestida de azulejos.

3.Patio de la Capilla.
Llamado así por la capilla existente, en otro tiempo, en su galería meridional. Es patio recoleto y umbroso con fuente con fuente central cuyo murmullo invita a la meditación bajo la sombra perenne de los ancianos naranjos. Dos de sus lados son recorridos por un pórtico que cobija ricos mosaicos romanos. Clivias, frondosos helechos y la hiedra enjardinada que reviste su muro norte completan el ornato vegetal.

4.Patio de la Cancela.
Debe su nombre a la reja que recae a la plazuela de Don Gome -que rara vez se abre-, junto a la que discurre un pórtico por el que se accede a la actual capilla. En el centro de su rectangular pavimento enchinado se alza una decorativa pila bautismal transformada en fuente. Hiedras, rosales y ficus son algunas de las especies trepadoras que revistes sus paramentos, en los que juega destacado protagonismo el ladrillo.

5.Patio de los Jardineros.
Este alargado rectángulo recibe su nombre de una contigua habitación en la que los jardineros del Palacio guardaban antaño sus útiles de trabajo. Al desembocar en él por una escalonada puerta sorprende el paramento frontal, totalmente revestido de trepadoras celestinas o jazmines azules, con sus menudas florecillas; tan abrumadora belleza eclipsa a las demás especies vegetales de este recinto, cuyo pavimento de ladrillo embellece una graciosa fuente de mármol gris.

6.Patio del Pozo.
Le viene su nombre del pozo que se abre en su zona central y bajo el que discurre un río subterráneo, lo que explica su inagotable caudal, que se utiliza para el riego de todos los patios y alimenta sus numerosas fuentes. En su interior fueron hallados cangilones árabes, procedentes de la probable noria que hubo en el lugar. Entre la ornamentación vegetal que reviste los muros de tan bello rincón destacan la buganvilla, la hiedra, el rosal de pitiminí y el arbusto que por dar flores rojigualdas es conocido como banderita española.

7.Patio de la Alberca o del Invernadero.
Junto con el del Pozo constituye la zona de transición al inmediato Jardín. Domina su irregular planta una alberca rectangular en la que se oxigena el agua procedente del cercano pozo. A su izquierda se alza el invernadero que le da nombre, mientras que por la derecha una blanca arcada lo separa del Jardín. Un soberbio laurel y cipreses alternan con especies enjardinadas sobre los blancos muros, como la hiedra, el naranjo, el limonero y el rosal de pitiminí con sus flores de miniatura.

8.El Jardín.
El Jardín de Viana -verde y amplio espacio que sobrepasa los 1.200 metros cuadrados de extención- está cuadriculado por setos; bojes centenarios delimitan estos setos, en los que predominan los rosale, que alternan con mandarinos, limoneros, naranjos, adelfas y palmeras datileras, una de ellas esbeltísima, a la que sobrepasa en altura la vieja encina cuatro veces centenaria. Una fuente circular surge en el centro del laberinto de pasillos con cantarín surtidor. Rosales, cítricos, lirios y calas festonean el perímetro.

9.Patio de la Madama.
Flota en su recogimiento la apacible atmósfera romántica que emana de la estatua de la Madama que le da nombre, de cuyo cántaro brota un surtidor. Rodea tan delicada fuente un anillo de cipreses podados en forma de corona. Jazmines, rosales de pitiminí, mandarinos y buganvillas escalan, enjardinados, los altos muros.

10.Patio de las Columnas.
Es de reciente construcción y con él se ha pretendido dotar al Palacio de un recinto espacioso donde celebrar veladas musicales y sociales, especialmente en primavera. Recibe su nombre de las columnas que sustentan el pórtico que recorre parte de su vertiente izquierda, y en el que se abren ventanas enrejadas sobre el contiguo Jardín. Por encima de los tejadillos que embellecen la plataforma elevada que, a modo de escenario, lo cierra por el fondo, se asoma el campanario de la cercana iglesia de San Agustín. Un artístico enchinado decora el pavimento, recorrido centralmente por un estanque con surtidores de inspiración granadina. Rosales, hiedra y otras especies trepadoras tapizan los muros.

11.Patio de las Rejas.
La mejor vista de este patio se obtiene desde la calle Rejas de Don Gome, a través de las enrejadas ventanas que le dan nombre. De suelo enchinado, lo embellece, en el centro, una fuente de mármol rosado. Plintos de erosionada piedra sirven de pedestales a macetas de cinerarias marítimas. Naranjos, limoneros y la infrecuente bergamota, escallan, enjardinados, los blancos muros, a los que se asoma la planta alta a través de balcones.

12.Patio de los Naranjos.
Llamado así, como el de la Mezquita-Catedral, por los seis naranjos que circundan su octogonal fuente central, cuyo surtidor replica con su murmullo a los del estanque que, cuajado de macetas, se extiende al fondo. Arriates de variadas formas en los que predominan los agapantos, que cubren gran parte del suelo. Los centenarios naranjos proyectan sombras que acentúan el sosegado intimismo del recinto. Revisten las paredes diversas especies enjardinadas, como la buganvilla, el naranjo o la celestina, pero entre todas destaca la glicinia china de violáceas florecillas arracimadas.

13.Patio de los Gatos.
Cierra el recorrido, y se ha tratado de reproducir en él el ambiente característico de un patio vecinal de casa popular cordobesa. Macetas con gitanillas recubren parte de sus paramentos, elevándose hasta tal altura que es necesario servirse de una larga caña con lata en su extremo para regarlas. No falta la pila de lavar, cobijada por tejado voladizo. Completan la ornamentación vegetal la hiedra trepadora, el ciprés, el laurel y la bignonia.